martes, 4 de diciembre de 2012

El Rocio.

 

 Hermandad del Rocío de la palma del condado



Ubicado en la céntrica Iglesia de Ntra. Sra. del Valle, el simpecado cuenta con un varal de estilo barroco, ricamente ornamentado que le sirve de sustento. Es una obra de 1937 confeccionado en tisú de plata con aplicaciones del mismo metal sobredorado siguiendo el diseño de Santiago Martínez, autor así mismo de  la estampa al óleo de la Virgen del Rocío que ocupa el medallón central.

En el reverso figuran dos cartelas con los escudos de María y de  La Palma, enmarcadas por una cinta de plata que  contiene la leyenda venturada todas las generaciones"evangélica". Me llamarán bienaventurada todas las generaciones".

Este simpecado peregrina hasta el Rocío en una soberbia carreta, valiosa obra de orfebrería, realizada en 1952 por Manuel Seco Velasco, según el proyecto de Joaquín Castilla. Se trata de una solemne y armoniosa pieza de metal plateado de elegantes proporciones, en la que predominan claramente las líneas clásicas.

La muy Ilustre, Antigua y fervorosa hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de La Palma del Condado es la tercera en antigüedad entre las filiales de la Hermandad Matriz de Almonte. Su primer libro de acta conservado data de 1882, siendo su reglamento de 1885 el colofón de una devoción que se remonta, al menos, al siglo XVI como se indica en el mismo.
La muy Ilustre, Antigua y fervorosa hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de La Palma del Condado es la tercera en antigüedad entre las filiales de la Hermandad Matriz de Almonte. Su primer libro de acta conservado data de 1882, siendo su reglamento de 1885 el colofón de una devoción que se remonta, al menos, al siglo XVI como se indica en el mismo.
 
La Hermandad de La Palma, realiza el camino hasta la aldea el viernes antes de Pentecostés. Tras una noche la carreta expuesta en la Plaza de España, ante la fachada de la iglesia parroquial y después de la misa de romeros, comienza su peregrinar.
Una multitud acompaña a La Palma en su único día de camino, palmerinos y foráneos venidos para la ocasión desde distintas procedencias, acompañan a la señera hermandad andando, a caballo y en carros, constituyendo un largo desfile alegre y colorista.
Otras hermandades más recientes piden a menudo el madrinazgo de la de La Palma para ampararse en los inicios de su historia rociera, compartiendo incluso camino con ella en ocasiones, como lo hizo Canarias, Ronda o Toledo, entre otras, o como actualmente lo hacen la de Palma de Mallorca y otras asociaciones.
Momentos destacados del camino son los pasos por los pueblos de Bollullos y Almonte, donde la comitiva se reorganiza de manera especial, y sobre todo la entrada al anochecer en El Rocío. La imagen de la inigualable carreta de La Palma en las calles aledañas a su casa hermandad, rodeada de miles de peregrinos que cantan y vitorean a la virgen arropando a su simpecado, constituye una de las estampas clásicas de la noche del viernes de romería.
Tras participar en los actos propios de la misma, los palmerinos esperan ansiosos la llegada de la virgen en procesión a su casa hermandad donde el rezo de la salve constituirá  el momento culminante de la romería.

El camino de vuelta, más tranquilo y sereno que el de ida, estará lleno de momentos entrañables. Mientras en el pueblo todo se prepara para recibir a su hermandad.















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